¿Cómo usar el kéfir para mejorar la piel? Guía completa de usos y beneficios

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Karla Talavera

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Publicado: 26/6/2025 · 11:59 p.m. MX | Actualizado: 26/6/2025 · 11:59 p.m. MX

¿Limpias, hidratas y proteges tu piel cada día? Perfecto. Esa es la base. Pero… ¿sabías que existe un paso clave que la mayoría de las personas se salta sin saberlo? Uno que no viene en pomos dermatológicos ni en frascos con etiqueta brillante, pero que puede transformar tu piel desde adentro hacia afuera.

Se trata de un aliado inesperado: el kéfir, una bebida fermentada que no solo mejora tu salud intestinal, sino que también revitaliza, hidrata y equilibra tu piel. Sí, tu rutina de skincare podría no estar completa sin él.

Aunque es más conocido en el mundo del bienestar digestivo, el kéfir está ganando terreno en el universo del cuidado de la piel gracias a sus múltiples beneficios dermatológicos. Aquí te contamos por qué deberías considerarlo tu nuevo paso esencial.

El ingrediente bebible que hidrata tu piel desde adentro

El kéfir son pequeños gránulos (también conocidos como búlgaros o nódulos de kéfir) formados por bacterias y levaduras beneficiosas que fermentan la leche o el agua, convirtiendo los azúcares naturales en ácido láctico. Este proceso crea una bebida rica en probióticos, vitaminas, minerales y enzimas que benefician todo tu organismo… y tu piel.

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¿Qué puede hacer el kéfir por tu rostro? Mucho más de lo que imaginas:

• Hidrata profundamente: su alto contenido de agua y nutrientes mejora la absorción de los productos que aplicas sobre tu piel.
• Equilibra tu pH natural: sus propiedades alcalinas ayudan a tratar afecciones como el acné o la resequedad extrema.
• Desinflama naturalmente: los probióticos actúan sobre la inflamación interna y externa, calmando la piel irritada o enrojecida.
• Favorece la producción de colágeno: las vitaminas del grupo B y otros compuestos del kéfir estimulan la renovación celular, lo que ayuda a prevenir manchas, arrugas y pérdida de elasticidad.
• Refuerza la barrera cutánea: gracias a sus lípidos y ácidos grasos, contribuye a proteger la piel frente a agresiones externas.
• Ayuda a prevenir brotes de acné: al equilibrar la flora intestinal y reducir bacterias dañinas, se reducen las posibilidades de brotes hormonales o inflamatorios.

En resumen, tu piel luce más suave, luminosa y vital cuando tu interior está en equilibrio, y el kéfir puede ayudarte a lograrlo.

¿Dónde conseguirlo y cómo consumirlo?

Puedes hacer kéfir en casa comprando gránulos vivos de kéfir, que suelen encontrarse en tiendas naturistas o en algunas secciones de lácteos de supermercados. Solo necesitas:

• Recipientes de vidrio esterilizados
• Leche entera o agua azucarada (dependiendo del tipo de kéfir que elijas)
• Utensilios de madera o plástico, ya que el metal puede dañar los gránulos

Debes alimentar tus gránulos diariamente y lavarlos una vez por semana con agua purificada. Si prefieres evitar el proceso casero, ya existen marcas comerciales que venden kéfir listo para tomar. La dosis recomendada es de unos 400 ml diarios, aunque puede variar según tu tolerancia.

Karla Talavera