4 medicamentos que no se deben tomar con suplementos de magnesio

Según varios especialistas, el magnesio es un mineral esencial que participa en más de 300 procesos bioquímicos como: regula el ritmo cardíaco, fortalece huesos, equilibra energía y cuida tu salud nerviosa. Su aporte en la dieta o en suplementos potencia tu bienestar diario de forma natural y efectiva.

Pero, lo que muy pocos saben es que cuando se mezcla con ciertos medicamentos, puede complicar su efecto o incluso provocar reacciones adversas. Por ello, aquí en Panorama te contamos cuáles son esos cuatro grupos de medicamentos que es mejor no tomar junto al magnesio, y cómo hacerlo de manera segura.

Evita mezclar magnesio y los siguientes medicamentos

Antibióticos y magnesio

Cuando se mezclan antibióticos con magnesio la absorción del magnesio en el estómago puede reducirse y así perder su efectividad, sobretodo con tetraciclinas (doxiciclina) y quinolonas (ciprofloxacino).

La mejor recomendación es tomar el antibiótico 2 horas antes o 4–6 horas después del suplemento de magnesio.

Diuréticos y magnesio

Los diuréticos provocan pérdida de magnesio en la orina, y aunque el suplemento podría compensar esta pérdida, pero también empeorar desequilibrios si no es supervisado.

Lo ideal es controlar tus niveles y consultar a tu médico antes de combinar ambos.

Bisfosfonatos y magnesio

Los medicamentos para la osteoporosis como por ejemplo el alendronato, requieren una absorción óptima y el magnesio puede competir, reduciendo su eficacia.

Lo que debes hacer, es separar las tomas al menos 2 horas antes o después el suplemento para maximizar ambos beneficios.

Inhibidores de bomba de protones (IBP) y magnesio

Los IBP como omeprazol o esomeprazol reducen la absorción de magnesio al disminuir ácido estomaca por lo quee su uso prolongado puede provocar deficiencia de magnesio.

Asñi que si usas IBP a largo plazo, pide a tu médico revisar tus niveles de magnesio y suplementar con cuidado.

¿Con qué sí puedes combinar el magnesio?

Ahora bien, hay otros suplementos como las vitaminas D y B, calcio y zinc que suelen complementarse bien, aunque es mejor si tomas en horarios separados para favorecer absorción.

Eso sí, siempre revisa dosis y formas combinadas para evitar saturación intestinal o interferencias menores.