Prepara la uña de gato para desinflamar tus articulaciones si tienes un trabajo de escritorio

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Mariana Vidal

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Publicado: 7/8/2025 · 9:01 a.m. MX | Actualizado: 7/8/2025 · 9:01 a.m. MX

Si tu trabajo te obliga a permanecer horas sentado frente a la computadora y empiezas a sentir rigidez o molestias en las articulaciones, el té de uña de gato (Uncaria tomentosa) podría ser una alternativa natural para aliviar estos síntomas gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas.

La uña de gato posee compuestos como alcaloides, antioxidantes y proantocianidinas que actúan como antiinflamatorios, analgésicos e inmunoestimulantes, favoreciendo el alivio en casos de artritis, artrosis y reumatismo.

Estudios indican que, en personas con osteoartritis, el uso del extracto de esta planta puede reducir el dolor durante la actividad física; en pacientes con artritis reumatoide, se reporta una disminución de hasta un 29 % en articulaciones dolorosas.

¿Cómo preparar el té de uña de gato contra la artritis?

El té de uña de gato puede ofrecer un alivio natural y complementario para quienes sufren molestias articulares por trabajo sedentario, gracias a sus efectos antiinflamatorios y analgésicos. Como ingredientes necesitas 1 cucharada de corteza, raíz o hoja triturada de uña de gato y 1 litro de agua.

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Preparación de la uña de gato

• Lleva el agua a ebullición y añade la uña de gato.
• Hierve durante 15–20 minutos, luego retira del fuego.
• Deja infusionar tapado entre 10 y 15 minutos.
• Cuela la infusión y bébela sin endulzar, hasta 2 o 3 veces al día.

El efecto de la uña del gato ante el sedentarismo

Permanecer en sedentarismo prolongado puede provocar inflamación articular, rigidez y dolor en zonas como caderas, rodillas o muñecas. Gracias a sus efectos antiinflamatorios, analgésicos y circulatorios, el té de uña de gato puede ayudar a:

• Reducir la inflamación en zonas sobrecargadas.
• Aliviar el dolor de forma natural.
• Estimular la circulación y fortalecer el sistema inmunológico, contribuyendo a una recuperación más efectiva.

No obstante, evita su consumo durante el embarazo, lactancia, en niños menores de 3 años, y personas con enfermedades autoinmunes, úlceras, problemas renales o en tratamiento con anticoagulantes.

Mariana Vidal