Columna

¿Cuáles son mis pensamientos?

En los últimos días me he dedicado a analizar mis pensamientos.
jueves, 23 de junio de 2022 · 20:30

Como nos dice la maestra Byron Katie, ¿es verdad este pensamiento?, ¿quién sería yo sin él?, ¿cómo me comportaría si ese pensamiento no existiera?, ¿cómo sería mi vida si no lo creyera?

Me he dado cuenta de que, a veces, mis pensamientos me acomodan. Me acomodan para no moverme de lugar, para victimizarme, para encontrar la excusa perfecta para no hacer lo que quiero por miedo o incluso, para evitar ser juzgada si le digo a alguien que no; si me digo a mí misma: no.

¿Cuántas veces nos ha pasado que nos estancamos en el pensamiento y que incluso, aún sabiendo que no es verdad, lo usamos como trampolín para auto sabotearnos? Actualmente, estoy impartiendo el curso de: Atrévete a hablar en público, y como le digo a mis alumnos, el curso no es para las personas que quieren dar conferencias, es para todos los que buscan comunicarse desde un nuevo lugar. Y ¿a qué voy con esto? A través de nuestro lenguaje, construimos nuestros pensamientos, y como bien dijo Buda: nuestros pensamientos construyen nuestra vida, nuestra realidad.

Entonces, cuando me detengo en plena consciencia, le pongo pausa al pensamiento, lo desmenuzo, analizo el lenguaje, las palabras y la resonancia energética de este, es cuando me cuestiono: ¿este pensamiento es verdad?, ¿me hunde o me eleva?, ¿me apoya para construir y diseñar la vida que quiero, o me está alejando de mi plan?

Tener un plan, una meta, un objetivo, es primordial, ya que nos despierta la pasión para poder conquistar nuestros sueños. Sin un proyecto de vida vamos sin dirección, sin brújula y es fácil perdernos. Nuestros proyectos de vida son fundamentales para nuestra salud física, mental y espiritual, pero como le digo a mis alumnos, escuchar nuestra voz crítica no es un modo viable de mantenernos motivados. Si no me detengo y cuestiono a esa voz, sus mensajes y los pensamientos que llegan con ella, tarde o temprano me acabarán destruyendo.

Te incito a que le abras la puerta a la voz crítica, ese monstruo que vive en nuestra cabeza y que busca detenernos constantemente. Te darás cuenta que es del tamaño de un alfiler, pero que su sombra cada vez se hacía más grande cuando alimentabas ese pensamiento y lo dejabas repetirse sin frenarlo, sin interrogarlo.

Hoy te invito a que empieces a cuestionar tus pensamientos, el día que lo hice recordé que tenemos el poder de elegir la vida que queremos, y que esta se construye cuando decidimos cuáles son los que queremos regar.

Pregúntate si ellos te están elevando o te están hundiendo. Porque la buena noticia es que cada segundo tenemos la opción de elegir el camino desde el cual queremos vivir.

Sígueme en: 

tesi@frontdesk.mx

IG: @tesitafich