El truco sencillo para revivir tus rosales secos y que exploten de flores

El rosal es una de las plantas más populares por ser aquella de la que nace la bella reina de las flores: la rosa. Son originarias de las regiones templadas y subtropicales del hemisferio norte. Son ampliamente cultivados en jardines y paisajes por su valor estético, y también se utilizan en la industria de la floricultura para la producción de flores cortadas.

Pero, como toda planta, no cuidarla de la manera correcta puede ser un gran problema y ante esto vamos a darte algunos consejos para que puedas recuperarlo y disfrutar de sus preciosas flores. Lo primero fue hidratar el sustrato, ya que el rosal estaba atravesando una especia de estrés por la falta de agua para que sus raíces crecieran y pudiera absorber todos sus nutrientes.

Para que no afectara el traspaso a la nueva maceta, se fue regando día por medio y de esa forma comenzaron a aparecer algunos brotes. Para trasplantar el rosal de la vieja maceta a la nueva, colocamos humus de lombriz, un 30% de perlitas y tierra de maceta. Hacemos un hoyo con la ayuda de una pala para poder cubrirlo en su totalidad.

Además se realizó una infusión con aspirina, diluida en unos 300 mililitros de agua. Una vez que comenzaron los brotes, se quitó aquello que está muerto y con una tijera de podar debes realizar cortes de manera diagonal para no dañar la planta. Los principales enemigos del rosal son los pulgones rojos o verdes, y la cochinilla blanca. Sin embargo, ambos odian la mezcla de aceite y jabón negro, por lo que si la aplicas sobre tu planta podrás protegerla.