Bicarbonato de sodio y agua oxigenada, el truco para que los pisos queden muy limpios

Olvídate del mal olor y manchas en los pisos con esta solución ‘mágica’.

Limpiar y desinfectar tu casa es esencial para la convivencia, por eso debes saber cómo hacer un desinfectante de mandarina que puedes preparar para llenar de perfume tu casa sin olores artificiales. Además, tienes que aprender a utilizar bicarbonato de sodio y agua oxigenada para que tus pisos brillen.

¿Cómo usar bicarbonato de sodio y agua oxigenada para limpiar?

El bicarbonato de sodio y el agua oxigenada son dos productos eficaces y ecológicos para limpiar y desinfectar los pisos del hogar. Si eliges la primera opción debes agregar media taza de bicarbonato y agua caliente.

Luego mezcla hasta obtener una pasta homogénea espesa. Cuando la tengas, aplícala en las juntas de los azulejos usando un cepillo, dejar actuar por 30 minutos y luego limpiar con un paño suave.

Si prefieres el segundo producto, coloca media taza de agua oxigenada en un rociador y pon en las áreas a limpiar, frotar con un cepillo para eliminar la suciedad. Deja actuar durante 20 minutos y enjuagar con agua y jabón. Ambos métodos son efectivos para mantener los pisos limpios, brillantes y libres de bacterias.

¿Cómo mantener limpios los pisos de porcelanato?

Limpieza regular: Barrer o aspirar frecuentemente para eliminar polvo y suciedad. Limpiar con un paño húmedo para evitar rayaduras.
Uso de limpiadores suaves: Utilizar productos de limpieza no abrasivos, como soluciones de agua con desengrasante, para evitar dañar la superficie.

Evitar exceso de líquidos: Aunque el porcelanato es resistente a la humedad, no es recomendable dejar líquidos estancados para prevenir manchas o daños en el material.
Limpieza inmediata de manchas en el piso: Actuar rápidamente ante cualquier mancha para facilitar su eliminación y evitar problemas mayores.
Prevenir suciedad externa: Colocar alfombras en las entradas y evitar caminar con zapatos sucios sobre el porcelanato para reducir la suciedad.
Mantener el sellado: Aplicar un sellador adecuado siguiendo las recomendaciones del fabricante para proteger el piso y mejorar su durabilidad.
Evitar productos químicos fuertes: No usar ácidos ni productos agresivos que puedan desgastar el porcelanato; en su lugar, optar por limpiadores suaves.
Proteger de los muebles: Utilizar almohadillas o fieltros en las patas de los muebles para evitar arañazos en el piso.

Mantenimiento regular: Seguir las instrucciones del fabricante para el mantenimiento y realizar inspecciones periódicas para detectar posibles daños.

Además debes saber que el bicarbonato de sodio también tiene usos para la salud, sobre todo si lo tomas todos los días antes de dormir. Descubre todas las ventajas de este producto para tu vida y aprende cómo emplearlos.