Método Marie Kondo para lavar la ropa rápido y sin esfuerzo

La experta en organización del hogar, Marie Kondo, revela cómo lavar la ropa al estilo japonés.

¿Te imaginas poder lavar la ropa de una forma rápida, sin esfuerzo y, además, disfrutar el proceso? La famosa Marie Kondo, experta en organización del hogar y creadora del método KonMari, revela qué hacer para que lavar la ropa sea más fácil y menos tedioso. Hoy te compartimos cómo puedes aplicar su filosofía japonesa a la limpieza y decirle adiós a esas montañas de ropa sucia que solo se acumulan en tu habitación.

La clave del método de Marie Kondo

El método KonMari tiene una regla muy clara: la gratitud. Marie Kondo sugiere agradecer a cada prenda por su servicio, incluso antes de lavarla o desecharla. A pesar de que pueda parecer extraña, esta filosofía trata de reconocer que cada pieza tiene un propósito y valor en tu vida. Es ideal para comprometerte a usar todo tu guardarropa, pero también hace que el proceso de lavar la ropa o cuidarla se vuelva más divertido y significativo.

¿Cómo lavar la ropa como Marie Kondo?

Paso 1: Organiza antes de lavar

Uno de los principios básicos del método KonMari es organizar antes de actuar. La experta recomienda clasificar la ropa por tipo y color, pero también por su propósito y por cuánto te hace feliz, pues incluso así podrás darle un tratamiento especial a aquellas prendas que son tus favoritas o tirar aquellas que ya no te quedan o tienen manchas imposibles de quitar. Además, separar la ropa por categorías te ayudará a ahorrar tiempo y energía.

Separa la ropa en claros y oscuros, aunque te recomendamos dividir en categorías como toallas, ropa delicada y prendas de uso diario para darles el tratamiento adecuado y optimizar el lavado. Posteriormente, selecciona aquellas prendas que no te quedan, están rotas o con manchas permanentes, agradece el servicio que te brindaron y deséchalas.

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Paso 2: Crea una rutina efectiva de lavado

Marie Kondo enfatiza la importancia de establecer rutinas que traigan paz y armonía. En lugar de dejar que se acumule la ropa durante semanas en tu habitación, haz una rutina de lavado que se adapte a tu estilo de vida para que siempre tengas todo en orden. Puedes designar ciertos días de la semana para lavar diferentes tipos de ropa, por ejemplo, lavar ropa de cama y toallas un día y prendas de uso diario otro.

Tener una rutina establecida, hará que el lavado de ropa no te quite tanto tiempo en el día y se convierta en una actividad que puedas manejar en agenda semanal. Además, al elegir diferentes tipos de ropa, harás una tarea diferente dependiendo su tratamiento, lo cual también estimula la creatividad y te despeja del ajetreo del día a día.

Paso 3: Menos productos de limpieza

¿Tienes estantes llenos de detergentes, suavizantes y productos para cada tipo de tela? Marie Kondo recomienda simplificar y usar menos productos de limpieza para lavar tu ropa. Lo mejor es optar por uno o dos de buena calidad y que realmente funcionen. Esto te ayudará a ahorrar espacio en tu área de lavado y reducir el tiempo que pasas eligiendo productos o haciendo mezclas que al final podrían dañar tus prendas.

Paso 4: Tiende la ropa de forma consciente

Este paso quizá no es el más rápido, pero Marie Kondo asegura que tender la ropa puede ser una especie de ritual de relajación. En lugar de simplemente colgarla en el tendedero o la secadora, prueba dedicar unos segundos a cada prenda mientras la colocas. Sacúdela suavemente para eliminar arrugas y asegúrate de que cada pieza esté bien distribuida y no se junten para un secado óptimo.

Paso 5: Doblado al estilo KonMari

Finalmente, uno de los secretos más conocidos de Marie Kondo: el doblado vertical. De acuerdo con la autora japonesa, doblar tus prendas de forma vertical para hacer pequeños paquetes te ayudará a ahorrar espacio en tu clóset o gavetas.

Aplicar el método Marie Kondo en la lavandería puede cambiar completamente la forma en la que lavas la ropa y convertirla en una actividad relajante y nada tediosa. Al organizar, simplificar y agradecer, puedes transformar el lavado en un proceso libre de estrés.