5 consejos prácticos para organizar una fiesta de Navidad inolvidable y sin estrés

Evita el estrés navideño y enfócate en disfrutar de estas celebraciones con. tu familia dejando de lado la “perfección”.

La llegada de diciembre, aunque es de las épocas más felices, para muchas puede ser todo lo contrario, ya que con los preparativos navideños, desde poner el árbol, organizar las posadas, las cenas de Navidad y año nuevo, todo se puede volver un caos generando un estrés muchas veces incontrolable.

Y es que la presión familiar, el querer cumplir ciertas expectativas ante amigos y familiares, las “competencias” de quién tiene la mejor decoración, la preparación de la cena perfecta y además el conseguir el outfit perfecto para cada ocasión, todo se junta en solo un mes y cuando una sola persona es la encargada de la casa, de sí misma y hasta de sus hijos y pareja, es inevitable que el estrés y la ansiedad aparezcan en los momentos más inoportunos.

Pero, no te preocupes, pues este año será diferente ya que si sigues estos 5 sencillos tips que te compartiremos aquí en Panorama, podrás conseguir disfrutar de las celebraciones que con tanto esmero preparas.

¿Qué es el estrés navideño y por qué aparece?

El estrés navideño es más común de lo que parece, pues durante diciembre, entre las compras de regalos, la organización de posadas, las cenas familiares y la decoración, muchas terminamos con niveles de estrés por las nubes, pero esto no es solo cosa de mujeres perfeccionistas, sino de la enorme presión social que rodea esta época: todo “debería” ser perfecto, desde el menú hasta las decoraciones.

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Pero, seamos sinceras: el intentar que todo salga como un anuncio de revista es realmente agotador, además, si le sumamos las expectativas poco realistas suelen disparar sentimientos de frustración, ansiedad e incluso tristeza. ¿El resultado? Muchas personas terminan odiando las fiestas por el cúmulo de tareas y el agotamiento mental que generan, pero no tiene porque ser así.

5 trucos para disfrutar la Navidad sin perder la calma

Si sientes que cada año te ahogas en un mar de pendientes, estos tips para simplificar las fiestas serán tu salvavidas. Toma nota, porque aquí está la clave para una Navidad tranquila y feliz.

1. Anticipa todo

La mejor forma de no agobiarse es no dejando todo para el último momento, mejor haz una lista de lo que necesitas, desde decoraciones, ingredientes para la cena, hasta regalos y comienza a tachar tareas. Anticiparte no solo reducirá tu estrés, sino que evitarás las compras de pánico a última hora, que suelen salir más caras.

Si puedes, divide tu lista en categorías: cosas que puedes comprar con semanas de antelación como adornos, vinos, outfit navideño, etc así será más fácil organizarte y no olvidarás nada.

Mejor aún si puedes pedir todo a domicilio, créeme que te ahorrará mucho tiempo, al no tener que agobiarte por el tráfico ni tener que lidiar con filas largas por la gran cantidad de gente que se encuentra de compras en estas fechas.

2. Pide ayuda

¿Quién dijo que tienes que hacerlo todo sola? Si tienes familia o amigos cercanos, puedes involúcralos. Por ejemplo, puedes pedirle a alguien que traiga el postre o ayudar con la decoración, recuerda que Navidad también significa compartir, y eso incluye las tareas.

Si te cuesta delegar porque amas controlar cada detalle o porque sabes que tu pareja o hijos no lo harán igual que tú, piensa que el verdadero espíritu de las fiestas no está en la perfección, sino en la unión y el disfrute.

Además, no dudes que una tarea menos para ti será de una gran ayuda para combatir el estrés, y aunque no siempre las personas ayudan tal y cómo quieres, empieza dejándoles las tareas que no te importe tanto el resultado para ir aprendiendo a soltar responsabilidades sin sentir preocupación, quien sabe quizá hasta te sorprendan con los resultados.

3. Elige la simplicidad

¿De verdad necesitas preparar una cena de cinco tiempos y decorar cada rincón de la casa? No, no es así, mejor opta por un menú fácil y delicioso que puedas preparar con antelación como ensaladas festivas, carnes al horno o pastas elegantes son opciones prácticas y con mucho estilo. Incluso si las puedes pedir de algún restaurante favorito mejor.

En cuanto a la decoración, también aplica la de menos es más, pues con un árbol bien decorado, unas velas bonitas y un centro de mesa con flores o luces cálidas bastan para crear un ambiente mágico. Además, te agradecerás más adelante a la hora de guardar todo nuevamente.

En cuanto a tu vestimenta, opta por solo una pieza completa como un vestido o un enterizo, así no te preocuparás por pensar en tantas prendas y solo deberás agregar un abrigo, zapatos y accesorios sencillos y preferiblemente en tonos neutros.

4. Cocina con antelación

Si tu menú incluye platos que puedes preparar con días de antelación, como postres o guarniciones, aprovéchalo. Algunos alimentos, como los guisos, incluso saben mejor después de reposar y esto no solo te ahorrará tiempo, sino que te permitirá enfocarte en disfrutar de la compañía de tus invitados en lugar de estar atrapada en la cocina.

Además, también puedes ahorrarte el servir a los invitados y poner todo al centro de la mesa para que cada quien se sirva.

5. Arma un plan

¿Eres de las que se agobia porque siente que todo se le viene encima? Un cronograma es tu mejor aliado. Divide tus tareas por días y establece prioridades: por ejemplo, un día para limpiar, otro para decorar y otro para cocinar, no hagas otra cosa a mitad de actividad, mantén tu enfoque hasta terminar lo que te hayas propuesto pero no olvides tener pequeños descansos. Al tener un plan claro, evitarás sentir que estás corriendo contra el tiempo y dividiendo tu descanso en lapsos pequeños no sentirás la sobrecarga.

Recuerda que lo más importante no es cómo luces tu mesa o qué tan elaborado sea el menú, sino disfrutar con tus seres queridos, así que en lugar de obsesionarte con los detalles, céntrate en crear momentos significativos, desde compartir risas hasta cantar villancicos, lo esencial de esta época es la convivencia y el amor.

Y si alguna cosa no sale como esperabas, no pasa nada, recuerda que la Navidad no necesita ser perfecta, solo tienes que poder vivirla, sin expectativas, ni estrés o cansancio, así que deja de preocuparte tanto y permítete disfrutar.