DIY con toque rústico: crea un colgante de pared con frascos y un tronco para tus plantas en agua

Por

Karla Talavera

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Publicado: 22/7/2025 · 8:00 a.m. MX | Actualizado: 22/7/2025 · 8:00 a.m. MX

Las paredes también pueden respirar. Y una forma hermosa y accesible de lograrlo es creando tu propio colgante de pared con un tronco, hilo resistente y frascos reciclados para plantas en agua. Este DIY mezcla lo rústico con lo orgánico, y transforma objetos comunes —como frascos vacíos de cocina— en macetas flotantes llenas de vida.

No solo embellece cualquier rincón: este tipo de instalación también es ideal para esquejes o plantas que prosperan en agua como pothos, singonios, peperomias o incluso hierbas aromáticas. Y lo mejor es que no necesitas gastar un solo peso si reutilizas materiales que ya tienes.

Qué necesitas y cómo armarlo

Para comenzar, junta los siguientes materiales:

• Un tronco seco y limpio (puede ser de árbol caído, rama gruesa o incluso un palo de escoba con textura natural).
• Hilo cáñamo, cuerda rústica o estambre grueso.
• Frascos de vidrio limpios, preferentemente pequeños o medianos.
• Tijeras, ganchos o clavos para colgar, y opcionalmente alambre delgado.

Paso a paso:

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1. Limpia y lija el tronco si lo necesita. Entre más textura tenga, más rústico y encantador se verá.
2. Ata la cuerda a cada extremo del tronco para crear una especie de columpio que se pueda colgar fácilmente.
3. Ata con firmeza más cuerdas que cuelguen del tronco, cada una sostendrá un frasco. Puedes envolver el cuello de los frascos con alambre delgado o cuerda, haciendo un nudo seguro para que no se deslicen.
4. Llena los frascos con agua y coloca los esquejes o plantas.
5. Cuélgalo cerca de una ventana con buena luz natural, pero sin sol directo.

Un toque natural que también es sostenible

Más allá de lo estético, este proyecto celebra dos cosas esenciales: la belleza de lo simple y la reutilización con propósito. Le das una segunda vida a objetos que normalmente terminarían en la basura y, al mismo tiempo, creas un espacio verde que cambia con el tiempo.

Además, cuidar plantas en agua es más fácil de lo que parece: no hay tierra que ensucie, es más fácil detectar plagas o problemas, y ver las raíces crecer se convierte en un espectáculo diario.

Este colgante rústico puede crecer contigo. Puedes ir cambiando los frascos, rotar las plantas, añadir flores secas o usarlo como estación de propagación. Lo importante es que refleje tu estilo y tu amor por lo hecho con tus propias manos.

¿Qué esperas para darle una segunda vida a ese tronco olvidado y a tus frascos vacíos?

Karla Talavera