Prepara un baño de pies desintoxicante y energético con sal y hierbas

Una receta sencilla para liberar tensiones, limpiar tu energía y reconectar contigo misma desde la planta de los pies.

prepara-baño-pies-desintoxicante-energetico-sal-hierbas
Foto:Canva Pro

No necesitas una tina de lujo ni un spa cinco estrellas para sentirte renovada. A veces, lo único que hace falta es una tina pequeña, un poco de sal, unas cuantas hierbas... y ganas de regalarte un momento de cuidado consciente. El baño de pies ha sido utilizado durante siglos como una forma de limpieza física y energética.

Y cuando se combinan ingredientes naturales con intención, se convierte en un pequeño ritual de bienestar con grandes beneficios. La planta del pie concentra cientos de terminaciones nerviosas y puntos reflejos que se conectan con todo el cuerpo.

Por eso, sumergirlos en agua caliente no solo relaja: también libera toxinas, equilibra el sistema nervioso y —según muchas corrientes espirituales— ayuda a “soltar cargas” acumuladas.

Publicidad

Ingredientes clave: sal, hierbas y buena energía

Para preparar este baño energético, necesitarás sal gruesa marina o sal del Himalaya, ya que ayudan a extraer impurezas tanto del cuerpo como del campo energético. Añade también un puñado de hierbas secas o frescas según la intención que quieras trabajar:

  • Romero: limpia energías densas y aporta claridad mental.
  • Lavanda: calma, relaja y favorece el descanso.
  • Ruda: protectora, ideal para cortar envidias o malas vibras.
  • Menta o eucalipto: refrescan y revitalizan.

Puedes hervir las hierbas en agua durante unos minutos, colarlas y añadir esa infusión a la tina con sal y agua caliente. Si lo prefieres, también puedes usarlas directamente, colocándolas en una bolsita de tela para evitar residuos flotantes.

Un ritual que desintoxica cuerpo y alma

Antes de meter los pies al agua, siéntate en silencio unos segundos. Respira profundo. Piensa en lo que quieres liberar: estrés, cansancio, preocupaciones. Mientras los sumerges, visualiza cómo el agua absorbe esa carga y cómo la sal y las hierbas trabajan en tu favor.

Publicidad

Déjalos entre 15 y 20 minutos. Al terminar, seca con una toalla suave y —si puedes— aplícate un aceite natural o crema hidratante haciendo un pequeño masaje. Sentirás la diferencia.

Este tipo de rituales caseros no solo relajan: también te reconectan contigo. Porque cuando cuidas tus pies —los que te sostienen y te llevan por la vida— también estás honrando tu camino.

¿Lista para hacer de tu baño de pies un momento sagrado?

Temas relacionados

author
Karla Talavera

Publicidad