Colores que calman: la psicología del color en tu clóset y tu bienestar

A veces, basta con una bufanda azul o un suéter lavanda para recordarte que el bienestar también se puede vestir.

Colores que calman: la psicología del color en tu clóset y tu bienestar
Foto: Freepik / Ilustrativa.

Tu clóset es más que solo moda. Es una extensión de ti, de tus emociones y de lo que necesitas en tu día a día. ¿Sabías que los colores que eliges pueden influir directamente en tu estado de ánimo? La psicología del color lo respalda, y aplicarla en tu ropa puede ayudarte a sentirte más tranquila, enfocada o animada según lo necesites. Vestirse también es una forma de autocuidado emocional, y aquí te contamos cómo lograrlo.

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Azul: serenidad inmediata

El azul claro, en todas sus versiones, es uno de los tonos más calmantes. Asociado al cielo y al mar, transmite una sensación de paz, orden y frescura. Usar una blusa azul celeste o una bufanda en este color puede ayudarte a manejar mejor el estrés y los nervios. Ideal para días de juntas o cuando sientes que todo va muy rápido.

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Verde: equilibrio y conexión natural

El verde oliva, menta o musgo se relaciona con la naturaleza, y vestirlo nos reconecta con ella. Este color transmite equilibrio, frescura y renovación. Una prenda verde es perfecta para días en los que te sientes mentalmente agotada o cuando necesitas volver a tu centro. Si lo combinas con materiales suaves como lino o algodón, el efecto será aún más armonioso.

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Blanco: claridad y limpieza emocional

Aunque a veces lo evitamos por miedo a mancharlo, el blanco tiene un poder especial. Representa la pureza, limpieza y ligereza. Es perfecto para comenzar la semana o después de una etapa caótica. Un pantalón blanco o una camisa fluida puede ayudarte a sentir que respiras mejor, literal y emocionalmente.

Beige y tonos tierra: calidez sin ruido

Los tonos arena, camel o beige transmiten una sensación de seguridad, contención y calidez. Son ideales cuando necesitas sentirte abrigada emocionalmente, pero sin sobresalir demasiado. Una gabardina beige o un suéter color tierra es como una taza de té para el alma: suave, cálido y reconfortante.

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Lavanda y rosa palo: ternura y autocuidado

El lavanda y el rosa empolvado están cargados de energía femenina suave. Son colores que despiertan la ternura, la empatía y la compasión, especialmente hacia ti misma. Si estás pasando por momentos de ansiedad o autocrítica, usar estos colores puede ayudarte a tratarte con más amabilidad. Un vestido lavanda o una blusa rosa palo puede convertirse en un acto de amor propio.

No se trata solo de vestir bien, sino de vestir con intención. Los colores que eliges en tu clóset pueden ser una herramienta sencilla para equilibrar tu estado de ánimo, recuperar tu centro y expresar cómo te sientes sin decir una palabra. La próxima vez que abras tu armario, piensa en lo que necesitas emocionalmente y deja que el color te acompañe en ese camino.

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Redacción Panorama

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