¿Quién establece los estándares? La moda y el estilo no tienen edad

Esta semana en Entre Telas hablaremos de las estándares que el mundo de la moda nos impone.

Bego Cosío — Bego Cosio. Foto: Cortesía.

Últimamente, oímos un término muy recurrente que está en todos lados, y que aunque no es un fenómeno nuevo, ya no podemos ignorar: el edadismo. Significa discriminar a las personas, sobre todo a las mujeres, por cuestiones de su edad. La industria de la moda, históricamente dominada por narrativas centradas en la juventud, ha dejado de lado sutilmente (y no tan sutilmente) a quienes superan cierta edad, como si el estilo tuviera fecha de caducidad. Sin embargo, las tendencias van cambiando y sugieren que el punto ciego de la moda, en cuanto a la inclusión de edad, podría finalmente estar aclarándose, aunque lo vamos viendo a un ritmo gradual.

Estoy obsesionada con una cuenta en Instagram que se llama @ladiesofmadisonave un tipo street style en donde el creador encuentra mujeres con un súper estilo en las calles de Nueva York y describen qué traen puesto y cómo se inspiraron para su outfit, un deleite los que somos amantes de la moda. Y lo más bonito es que son señoras, digamos ya avanzadas en edad.

La moda lleva mucho tiempo obsesionada con la imagen de la juventud: piel sin arrugas, figuras sumamente delgadas y la vibra de “endless summer” que por supuesto se impregna en la publicidad. Pero esta perspectiva limitada no sólo está desactualizada, nos ha perjudicado en todos los sentidos. “La discriminación por edad en la moda no se trata sólo de pasar por alto a los consumidores mayores, se trata de negar su capacidad continua de creatividad, belleza y autoexpresión”, dice la Dra. Susan Scafidi, fundadora del Fashion Law Institute de la Universidad de Fordham. “La fijación de la industria por la juventud no refleja el mercado real, donde los consumidores mayores tienen tanto los medios económicos como el deseo de invertir en moda”.

Recientemente me tocó ver dos películas en donde la protagonista, una mujer ya entrada en los 50, se enamora de un hombre mucho más joven, por Nicole Kidman y otra por Anne Hathaway, quien fue portada de moi y con la cual justo hablamos sobre ageism. Y creo que es parte de la tendencia de quitar ese estigma que se le pone a las mujeres, con el control de que ya no pueden ser ni creativas, ni activas, ni guapas.

Es fundamental reconocer que el estilo no es algo que se supera con la edad. Marcas como The Row, diseñada por las gemelas Olsen, y diseñadores como Giorgio Armani llevan mucho tiempo creando para una clientela más madura, demostrando que la sofisticación chic no tiene edad. Diseñadoras como Iris Apfel, quien fuera un ícono de estilo de más de 100 años, encarnó el mensaje de que la moda debe centrarse en la expresión personal, no estar limitada por la edad. La industria debe seguir desafiando sus prejuicios y adoptar una narrativa más inclusiva que no reduzca el envejecimiento a un estereotipo. La edad no es una limitación, es una evolución y la moda debe evolucionar con ella.