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PresidentA con A, un poderoso símbolo de lo que podemos lograr las mujeres

El Poder de la A: Un Símbolo de Fuerza y Cambio

PresidentA con A, un poderoso símbolo de lo que podemos lograr las mujeres
Foto: Mario Jasso / Cuartoscuro.

El 1 de octubre marcó un hito en la historia de México con el nombramiento de Claudia como la primera presidentA del país. Un hecho que no solo simboliza la llegada de una mujer al máximo cargo de liderazgo, sino también una revolución en la forma en que entendemos el poder del lenguaje y su capacidad de transformar realidades. En su primer discurso, Claudia pidió ser llamada “presidentA”, subrayando que lo que se nombra, existe. Así como las doctorAs, ingenierAs y arquitectAs, el lenguaje es un reflejo del avance de las mujeres en todos los ámbitos.

Como presidenta del Women Economic Forum Iberoamérica, siempre he creído en la importancia de lo simbólico, y la letra A es, sin duda, un símbolo poderoso. Personalmente, tengo una conexión especial con esta letra: mis hijos tienen nombres que comienzan con A, y para mí, la A representa apertura, ambición y la capacidad de avanzar. Es una letra que lleva en su forma una fuerza que impulsa hacia adelante, un sonido que resuena en las acciones y decisiones de aquellas mujeres que, como Claudia, lideran con determinación.

El reconocimiento del poder de la A no es solo un detalle gramatical, es una declaración sobre la visibilidad de las mujeres en el liderazgo, sobre el lugar que hemos ganado con esfuerzo y el impacto que estamos teniendo en la construcción de un futuro más justo e inclusivo. Esta transformación no solo tiene que ver con ocupar un espacio, sino con cambiar las reglas del juego, con nombrar y reconocer nuestra existencia en cada área de la vida.

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Foto: Presidencia / Cuartoscuro.

La mujer no nace, llega a ser con su lucha

Simone de Beauvoir, una de las voces feministas más influyentes de la historia, dijo una vez: “No se nace mujer: se llega a serlo.” Esta frase cobra un nuevo significado al ver a Claudia asumir la presidencia, pues nos recuerda que las mujeres no hemos sido reconocidas en roles de poder históricamente, pero hemos trabajado para ocupar esos espacios y redefinirlos.

Un dato importante a destacar es que México ahora forma parte del grupo de países que han tenido una mujer en la presidencia. Solo el 13% de los países en el mundo han contado con liderazgos femeninos al frente de su gobierno, lo que hace este momento aún más especial y relevante para nuestro país y para la región.

El liderazgo femenino, que ahora Claudia representa como presidentA, nos invita a repensar el rol de la mujer no solo en la política, sino en todos los ámbitos donde históricamente hemos estado subrepresentadas. Es una señal para cada niña y mujer en México de que no hay límites para lo que podemos lograr. Y, a través de esta elección simbólica en el lenguaje, también nos recuerda que nuestras palabras tienen el poder de crear realidades.

Hoy celebramos no solo la llegada de la primera presidentA de México, sino también el reconocimiento de que lo que se nombra, existe. La A, como en presidentA, es una afirmación de fuerza, propósito y cambio.

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Michelle Ferrari

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