El detalle del vestido de novia de Meghan Markle que disgustó a la reina Isabel II

Pese a que Meghan Markle trata de aparentar que tenía una buena relación con la reina Isabel, parece que una amiga cercana a la monarca ha desmentido dichas insinuaciones, revelando lo que en verdad pensaba la monarca sobre la esposa del príncipe Harry. Una de las cosas que menos le habría parecido a la difunta soberana fue la elección del color del vestido de novia de la exactriz.

La reina Isabel no era fanática de Meghan Markle, confesó una fuente cercana a la reina

La reina Isabel II nunca expresó su verdadera opinión sobre la esposa de Harry, excepto a sus confidentes más cercanos, como Lady Elizabeth Anson o Liza, como la conocían sus amigos. La reina solía hablar por teléfono con su prima diariamente, pues era de las pocas personas en las que podía confiar.

¿Por qué no le pareció prudente el color del vestido de novia a la reina Isabel?

Lady Isabel dijo que la reina solo le había hecho un comentario sobre la boda de Meghan y Harry, y fue que el vestido de novia de Givenchy de la novia era "demasiado blanco". En opinión del monarca, no era apropiado que una divorciada que se volvía a casar por la iglesia tuviera un aspecto tan ostentosamente virginal.

La reina tampoco se sintió cómoda con la decisión del príncipe de Gales de sustituir al padre de Meghan, Thomas Markle, y acompañarla hasta el altar. Y también le preocupaba la decisión del príncipe Felipe, de 96 años, de caminar cojeando hacia el altar sin un bastón, a pesar de haber tenido un reemplazo de cadera cinco semanas antes de la boda.

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Según Lady Elizabeth, Isabel II estaba consternada por la actitud prepotente de Harry tanto antes como después de la boda, y su relación quedó "bastante dañada por todo esto". Pero se vio aún más dañado cuando Harry decidió dejar de ser miembro de la realeza y abandonar el país, una decisión, dijo Lady Elizabeth, que la reina nunca entendió realmente.

Luego vino la infame entrevista de la pareja con Oprah Winfrey, en la que Harry dijo que su padre estaba "atrapado" e insinuó fuertemente que la Familia real era racista. Así que por mucho que amaba a Harry, no podía tolerar la forma en que él hablaba sobre la institución de la monarquía que ella había dirigido durante 70 años. Por lo que tuvo que deslindarse de él y de Meghan Markle para que no dañarán a la institución.