Brigitte Macron y Charlène de Mónaco impactan con sus looks en una visita de Estado única

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Karla Talavera

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Publicado: 8/6/2025 · 8:00 p.m. MX | Actualizado: 8/6/2025 · 8:00 p.m. MX

¿Alguna vez has tenido una buena relación con tus vecinos? Mantener un vínculo cordial con quienes comparten tu entorno siempre es importante. Pero, ¿qué pasa cuando ese vecino pertenece a la realeza europea y vive a pocos kilómetros? Ese es el caso entre Francia y Mónaco, dos naciones unidas no solo por la cercanía geográfica, sino también por siglos de historia, protocolo y diplomacia.

Después de 41 años, se ha llevado a cabo una visita de Estado histórica: el matrimonio presidencial francés llegó al Principado de Mónaco. Allí fueron recibidos por el príncipe Alberto II y su esposa, la princesa Charlène, junto a sus hijos, los príncipes Jacques y Gabriella. El escenario de este encuentro fue el majestuoso Palacio Grimaldi, una fortaleza en pie desde 1191 que domina uno de los puntos más altos de “la roca”.

Este evento ocurre en el contexto de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Protección de los Océanos, que tendrá lugar en Niza. La ocasión no solo subraya la diplomacia, sino también el compromiso ambiental que comparten ambas naciones.

Moda y protocolo: el lenguaje silencioso de la diplomacia

Como dicta la tradición, los mandatarios pasaron revista al ejército monegasco y se intercambiaron obsequios simbólicos. Entre ellos, un “relieve submarino” situado en el Índico de 1,958 metros —un guiño al año de nacimiento del príncipe Alberto— y una raqueta “Rafael n.º 5”, edición limitada de solo 92 piezas, con referencia al año 2005, inicio del reinado del príncipe y símbolo de su pasión por el tenis.

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En cuanto al estilo, las protagonistas femeninas deslumbraron. Brigitte Macron eligió un traje sastre color champán, de corte sencillo y elegante. Por su parte, la princesa Charlène lució una chaqueta verde menta de manga corta con pantalón beige de talle alto. En la cena de gala, destacaron con vestidos monocromáticos: rojo para Charlène y blanco para Brigitte, ambas con peinados recogidos y joyería discreta.

Durante una actividad matutina en el programa de la Fundación Princesa Charlène, las dos apostaron por la comodidad con atuendos casuales y elegantes. Charlène vistió un vestido sin mangas a rayas, blanco y negro, estilo encaje, mientras que Brigitte repitió fórmula con un conjunto beige, camisa blanca con cuello mao y tenis a juego.

Karla Talavera