El color “maldito” con el que la reina Isabel II habría supuestamente provocado divorcios en la realeza
¿Coincidencia o maldición? Cada vez que la reina Isabel II asistió a una boda real vestida de este color, el matrimonio terminó en divorcio.
Dicen que los colores comunican emociones, proyectan energías y mensajes, pero al parecer en la realeza británica, incluso hasta pueden atraer la mala suerte. ¿Será posible que una simple elección de vestuario haya marcado el destino de varios matrimonios reales?
La reina Isabel II, quien es conocida por su elegancia en una gran variedad cromática y su infinita colección de abrigos coloridos, dejó un rastro curioso -y quizá temido- en los enlaces reales que presenció. Pues supuestamente cada vez que vestía de azul en una boda real, el matrimonio acababa en divorcio.
Esta casualidad ha alimentado una teoría que hoy resurge con fuerza, pues mucho se preguntan si es coincidencia, superstición o maldición en la realeza. Pero ¿qué tan real es este supuesto “color maldito” y qué parejas se han visto “afectadas” por ella?, sigue leyendo que aquí te contamos.
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La reina y la supuesta maldición de usar color azul en las bodas reales
Desde los años 60, la reina Isabel II ha asistido a bodas reales luciendo casi todos los tonos del arcoíris. Pero hay uno que se repite justo en eventos que luego acaban mal: el azul.
Empecemos con la boda de su hermana, la princesa Margarita y Anthony Armstrong-Jones, quienes se casaron en 1960 donde la reina lució azul para la boda. El matrimonio fue turbulento, lleno de infidelidades, y terminó en divorcio en 1978, además dicen que todo comenzó mal, pues desde un inicio Isabel le negó a Margarita su verdadero amor, Peter Townsend. El vestido azul habría sido el primer signo de un destino torcido.
Después tenemos a la princesa Ana y Mark Phillips. La hija única de Isabel II se casó en 1973 y sí, otra vez, la reina apostó por el azul para la ceremonia, y nuevamente dio como resultado una separación en 1989 que terminó con divorcio oficial en 1992. Se dice que la razón, fue que a pesar de ser padres de dos hijos, nunca lograron encajar del todo.
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Ahroa vamos con la boda real más conocida al igual que el divorcio, la de la princesa Diana y Carlos III. En 1981, millones vieron a la joven Lady Di dar el “sí, acepto” al príncipe Carlos y como testigo estuvo Isabel II vestida nuevamente de azul y pues... ya sabemos cómo terminó la historia, llena de infidelidades, dolor, y un mediático divorcio en 1996. Es aquí donde muchos comenzaron a preguntarse si se trataba de una casualidad o parte del patrón.
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Finalmente, en la boda de Andrés y Sarah de York realizada en 1986, Isabel II volvió a sacar de su armario un atuendo azul para la celebración. Pero, oh sorpresa... el matrimonio terminó en separación en 1992. Aunque solo duraron seis años de casados, actualemente mantienen una relación cordial.
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Los afortunados que se salvaron de la supuesta maldición
Aunque no lo creas, hubo ciertas parejas que se salvaron de la supuesta “maldición”, ya que para algunas de las bodas más recientes, la monarca optó por cambiar de color.
En primer lugar tenemos la boda del príncipe William quien se casó con Kate Middleton en 2011 y su abuela optó por un brillante conjunto amarillo. Y hasta hoy, siguen juntos, estables y convertidos en los futuros reyes del Reino Unido. Así que probablemente, la elección de vestuario aporto ese granito de arena.
Además, del príncipe heredero, su hermano Harry también se casó y se salvó del “color maldito”, pues en su boda con Meghan Markle en 2018, la reina llevó un conjunto verde limón con detalles morados. Pese a los escándalos posteriores, la pareja sigue casada actualmente y criando a sus hijos en EE. UU.
Para la boda de la nieta Zara Tindall y Mike, Isabel eligió un look color durazno, y su matrimonio es, al menos en público, uno de los más amorosos del clan Windsor.
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¿Quiénes deberían preocuparse?
Aunque en las bodas reales más actuales, la madre de Carlos III, vario su elección de color, para el enlace matrimonial tanto Beatriz como Eugenia de York, la reina vestida de azul claro y aqua, respectivamente, y aunque actualmente siguen casadas, si la maldición es real... supuestamente su matrimonio podría estar en riesgo, aunque el tiempo lo dirá.
Pues aunque no hay pruebas científicas de dicha maldición, lo cierto es que las coincidencias dan mucho de qué hablar.
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