Ale Capetillo presume el vestido que no usó en su boda y revela la razón

El 24 de mayo fue un día inolvidable para Ale Capetillo, hija de los reconocidos actores Eduardo Capetillo y Biby Gaytán, quien contrajo matrimonio con el empresario libanés Nader Shoueiry en una ceremonia que sin duda fue como un cuento de hadas. Cada detalle de la boda fue cuidadosamente planeado, desde el vestuario hasta los toques más personales y creativos que la hicieron única.

Pero uno de los aspectos que más ha llamado la atención fue su elección de vestidos de novia, ya que Ale lució más de uno durante su celebración, incluyendo en el plan un diseño especial para el afterparty. Sin embargo, hubo un vestido que no llegó a lucirse en público... y que terminó teniendo su propio momento especial, pero en la intimidad de su hogar.

“Obviamente no me lo puse por el cansancio que yo sufría ese día, así que antes de regresarlo, me lo tenía que poner, por lo menos en mi casa”, confesó Ale sobre un elegante vestido blanco diseñado por la sevillana Lorena Formoso, con quien ya había trabajado en el especial de ¡HOLA! Novias, donde posó en portada con uno de sus diseños, y por la cual se enamoró de su trabajo.

Ese vestido que viajó más que muchos invitados

El vestido en cuestión —una pieza vaporosa de cola media larga acompañada de un echarpe que caía delicadamente por la espalda— estaba destinado para el desayuno posterior a la boda. Aunque nunca fue usado oficialmente, Ale decidió rendirle homenaje poniéndoselo en casa antes de devolverlo al taller en España.

Ese vestido hizo un largo viaje de España a México y de regreso, destacando que al menos debía usarlo unos minutos para hacer honor al recorrido. “Si viajó de México a Madrid y de vuelta, ¡mínimo úsalo 10 minutos en tu casa, chica!”.

Además de su gusto por la moda, Ale Capetillo sorprendió al revelar otro detalle muy original de su boda: su autorregalo fue una pared de Legos personalizados. Diseñados por los propios invitados, los mini espectadores recreaban el entorno de su celebración de una manera lúdica y muy especial. “A pesar de haber crecido en continentes y épocas distintas, los Legos nos unen en nostalgia”, compartió Ale con entusiasmo.

Ale Capetillo no solo vivió una boda mágica, sino que también supo darle un toque personal y nostálgico a cada momento. ¿Tú harías algo parecido para guardar un recuerdo especial de tu gran día?