Columna

El respeto al derecho ajeno es la paz

Se aproxima el 8 de marzo, día internacional de la mujer y me cuestiono sobre lo que significa serlo.
jueves, 3 de marzo de 2022 · 16:43

En realidad, es una tristeza escribir estas líneas, porque, en esta modernidad que experimenta el planeta tierra, hoy ya no deberíamos de estar tocando este tema. Ese movimiento que inició hace tantos años por la igualdad, el reconocimiento y la equidad en los derechos, debería de ser cosa del pasado, pero como no lo ha sido, aquí estamos, dándole seguimiento a algo que empezó con mujeres valientes que se atrevieron a levantar la voz. Hoy levanto la mía para hablar de lo que nos falta como sociedad (respeto), pero también de lo que nos sobra como mujeres (capacidades). 

Sé y reconozco que hemos avanzado mucho, poco a poco hemos ido ganando camino dentro de la sociedad, pero ¿por qué en México y en otros países del mundo tenemos que seguir buscando nuestros derechos, nuestras libertades, la veneración de los demás y la paz? Aquí seguimos en esta misión. 

Históricamente, la falta de respeto ha producido más estragos que todas las epidemias del mundo juntas. La falta de admiración es depreciar y desmoralizar todo lo que el otro pueda pensar y decir. Es querer imponer su verdad, sin razonar, sin dialogar, sin negociar, anulando y usurpando la voluntad ajena. En resumidas cuentas, es la manifestación máxima del estado más repulsivo y denigrante de los humanos carentes de argumento, de consciencia y de sentido común. 

Los mayores errores de la historia han partido de inmensas faltas de consideración, siempre provocadas por personajes invadidos de poder. Ellos son los que han decidido guerras mundiales, internacionales y civiles, ofensivas y preventivas, campos de exterminio, de refugiados, de expatriados y de enclaustrados. Esto está latente y para muestra basta un botón con el conflicto Ucrania – Rusia, que está sucediendo en este preciso momento. Hoy, desafortunadamente todavía existen algunos repulsivos monstruos vivientes que reciben la beneplácida mirada de otros muchos como ellos. 

Todos en algún momento de nuestras vidas cotidianas nos hemos llegado a sentir ofendidos, y no necesariamente ha llegado a ser noticia. Hoy la exigencia de nuestros derechos tampoco debería de serlo. 

El feminismo se ha ido distorsionando a lo largo de la historia, nos han hecho creer que se trata de separar, cuando en realidad, se trata de unir. No podemos ser feministas sin los hombres, por eso es importante entender y recordar que los necesitamos en todo momento y que sin su apoyo no podemos lograr la igualdad. 

Pienso que para vivir necesitamos tres cosas básicas: aire, alimento y respeto. Las dos primeras nos ayudan a existir, la tercera nos da la energía para ser, nos regala libertad, seguridad y nos enseña a convivir de una manera pacifista. 

Hoy exigimos frenar la violencia, pedimos consideración, con compasión y desde el amor, para crear un mundo más equitativo, en donde reine la paz; en donde quepamos todos. 

Sígueme en: 

tesi@frontdesk.mx

IG: @tesitafich