Vestido de la princesa Charlotte en la boda de Harry y Meghan habría hecho llorar a la novia y a Kate Middleton

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Mariana Vidal

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Publicado: 17/5/2025 · 8:38 p.m. MX | Actualizado: 17/5/2025 · 8:38 p.m. MX

Un explosivo pasaje del nuevo libro Yes, Ma’am: The Secret Life of Royal Servants, escrito por Tom Quinn, afirma un nuevo escándalo sobre el vestido de la princesa Charlotte en la boda de Harry y Meghan, outfit que provocó lágrimas tanto en la novia como en la duquesa de Cambridge, contraviniendo las versiones iniciales sobre quién había hecho llorar a quién.

La boda de los duques de Sussex tuvo lugar el 19 de mayo de 2018 en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, un acontecimiento visto por millones de espectadores en todo el mundo.

Como parte del séquito, la princesa Charlotte de Cambridge actuó como una de las damitas de honor, luciendo un vestido blanco diseñado para armonizar con el resto de las niñas de la boda.

El vestido de la princesa Charlotte que provocó enemistad entre Meghan Markle y Kate Middleton

Según detalla Tom Quinn, un miembro del servicio real relató que la discusión sobre el ajuste del vestido de Charlotte escaló hasta un enfrentamiento privado en el que ambas duchesas “estaban llorando desconsoladamente”. La fuente anónima asegura que “Meghan dijo algunas cosas de las que se arrepintió y Kate también dijo algunas que lamentó después, pero todo sucedió en el calor del momento”.

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Además, el sastre Ajay Mirpuri, encargado de las últimas modificaciones, confirmó que los vestidos sí requerían alteraciones de última hora y trabajó hasta altas horas para garantizar que todo estuviera perfecto para el gran día.

¿Qué pasó entre Kate Middleton y Meghan Markle?

Tras el incidente, Catherine, duquesa de Cambridge, envió personalmente a Meghan un ramo de flores acompañado de una nota de disculpa, gesto que ambas difundieron como muestra de reconciliación en entrevistas posteriores. Hasta el momento no ha habido un comunicado oficial de Clarence House sobre estos nuevos pasajes, aunque analistas señalan que la revelación alimenta especulaciones sobre posibles tensiones más profundas dentro de la familia real.

El relato de Quinn coincide con versiones anteriores que destacan roces entre Meghan y Kate en torno a las costumbres protocolares de la monarquía, y refleja cómo incluso detalles aparentemente menores, como el vestido de una flower girl, pueden convertirse en símbolos de fricción interna.

Desde que en 2020 los duques de Sussex renunciaron a sus funciones reales, Harry y Meghan residen en California, episodio que añade una capa más de complejidad al estudio de sus relaciones con el resto de la corona británica.

Mariana Vidal