Anorexia Cerebral

Suelto y confío

La vida no nos espera, somos nosotros los que podemos elegir salir a buscarla.
jueves, 18 de agosto de 2022 · 17:19

El momento del reto siempre llega: es cuando decidimos pensar que algo muy deseado nos saldrá bien, que hoy solo es, la nublada vigilia de un largo mañana de sol.

Y nos vamos alimentando de canapés de confianza, sopitas de autoestima y helados de ansiedad. Porque lo que deseamos tanto que ocurra, sigue ahí, detenido en el híbrido tiempo de las esperas sin eco, luz o reloj.

Es el momento en donde, sí encontramos el espacio a la reflexión, ese sitio impuesto por el tiempo de una manera obligatoria, nos extiende la ¨amorosa¨ invitación de mirarnos de frente, de observarnos a la cara, mientras buscamos huir a toda costa, pero en el fondo anhelamos encontrar murmullos de respuestas en nuestro torrente de dudas.

Nos adentramos en la esencia del ser, cuando el amanecer nace buscando la luz y los sueños descienden buscando pistas para aterrizar las ilusiones.

Estos momentos, sin duda, son trascendentes en la vida, porque quien la está decidiendo es el único que la vive de principio a fin, segundo a segundo y con todas las consecuencias: somos nosotros dentro de nosotros.

A lo que queremos que sea, nunca hay que huirle, porque si lo hacemos difícilmente será. Y a veces, incluso me atrevo a decir, que la mayoría de las veces, huimos de manera inconsciente de lo que realmente sueña y desea nuestro corazón. Lo que verdaderamente queremos, hay que serlo, porque si no, no llegará. Recordemos que atraemos lo que somos, no lo que deseamos ser. En algunas ocasiones habrá que esperar y en otras será importante actuar; habrá que decidir entre la presión y la sutileza, la razón, la emoción, la conmoción, la pasión… Porque cada roce requiere su tacto y cada sueño materializado, requiere de acción.

Al final, trabajamos por conseguir el sí, pero es funcional estar preparados para el no. Porque en lo que para nosotros puede llegar a ser la cumbre, el no, nos construye con más confianza, con más seguridad, al final, es lo que da el no, ¿no? Seguridad de que, al hacer la petición, el no ya lo tenemos de entrada, pero le damos la oportunidad a la vida de las sorpresas: un sí o un negociamos.

Y a pesar de que trabajamos por conseguir el sí, hoy te invito a que reflexiones lo que te han traído los nos. Porque te puedo asegurar que la vida no se equivoca y cuando la aprendemos a observar como una dadora de regalos, podremos abrir la consciencia de ver que, incluso cuando no se logra lo que queremos es porque algo más grande que nosotros tiene la certeza de que la vida, el universo, Dios, tiene algo mejor para nuestro aprendizaje. Es el regalo oculto que nos brinda el soltar y el confiar en que todo sucede para algo, y que todo tiene lugar en el tiempo perfecto.

Pues como bien dice mi padre, la Biblia nos recuerda que: ¨No se mueve la hoja de un árbol, sin la voluntad de Dios¨. 

Sígueme en: 

tesi@frontdesk.mx

IG: @tesitafich

Otras Noticias