100 VOCES, 1 PROPÓSITO: Migrante por un Mundo Mejor
Ser migrante me enseñó resiliencia y empatía; hoy impulso causas sociales, promoviendo la libertad y conexión humana donde vaya.
Nací en Venezuela, un país hermoso y complejo que me dio raíces profundas, pero también el impulso para volar. Como migrante, mi vida se ha ido entrelazando en diversas culturas; primero España y luego México, lugares donde construí no solo mi carrera, sino también nuevas raíces y una familia elegida. Ser migrante me mostró pronto lo esencial: sobrevivir, adaptarse, resistir y sobre todo, empatizar.
Mis primeros años fuera de Venezuela estuvieron marcados por trabajos que nada tenían que ver con mi pasión actual: modelaje, publicidad, creación de contenido y relaciones públicas. Sin embargo, esas primeras experiencias laborales, llenas de desafíos y aprendizaje, fueron cruciales. Me enseñaron que cada oportunidad, por pequeña que parezca, es una lección valiosa en supervivencia, humildad y crecimiento personal.
Haber experimentado la vulnerabilidad en dos países distintos al de mi origen ha sido una de las experiencias más transformadoras. Viví en carne propia las dificultades económicas, emocionales y sociales que enfrenta un migrante. Esto no solo me despertó una profunda empatía por aquellos que atraviesan situaciones similares, sino que también me comprometió a tomar acción y marcar una diferencia concreta.
Publicidad
Hoy tengo la fortuna y responsabilidad de colaborar con diversas fundaciones que apoyan a personas afectadas por el cáncer, migrantes en situación vulnerable y adultos mayores, grupos sociales muchas veces invisibles y olvidados. Este compromiso surgió hace años, cuando la estabilidad parecía lejana. Entonces me prometí que, al tener mejores condiciones, daría lo que recibí multiplicado: apoyo, visibilidad y esperanza.
Actualmente, lo más valioso en mi vida son las personas que me rodean, mi pequeña pero significativa familia, creada y fortalecida en cada lugar que he habitado. Creo firmemente en que la familia es una construcción diaria y continua, cimentada en conexiones genuinas. Mis seres queridos me enseñan diariamente el verdadero valor de la libertad en todas sus dimensiones: financiera, emocional, de tiempo y de propósito.
Viajar y migrar tienen una virtud enorme: cada partida también es un retorno a un nuevo hogar. Hoy, en cada rincón del mundo al que llego, tengo familia. Mis viajes y mis experiencias personales y profesionales me han permitido entender que ayudar no solo es dar, sino inspirar y motivar a otros para que también lo hagan.
Publicidad
A futuro, mi deseo es dedicar aún más tiempo a causas sociales, fortaleciendo mi trabajo como modelo y creadora de contenido para llegar a más personas. Mi objetivo es mostrar que podemos convertir las adversidades en oportunidades, generar conciencia sobre la realidad de otros y motivar a tomar acción, siempre priorizando la libertad y el respeto por la vida humana.
Como un pájaro migrante, seguiré adaptándome, explorando nuevos horizontes y creando vínculos poderosos. Porque, al final del día, inspirar a otros a perseguir sus sueños y ayudar a construir un mundo mejor, es el verdadero legado que deseo dejar.
Publicidad
Más Leidas | Panorama
Piel de porcelana: Esta es la vitamina BARATA que elimina arrugas y manchas a los 60
Por Panorama Web Mx
Met Gala 2025: De Rihanna a Zendaya, los looks más deslumbrantes de los Oscar de la moda
Por Panorama Web Mx
Benny Blanco: Estas fueron todas las parejas del músico antes de Selena Gomez
Por Panorama Web Mx
Prepara el abono casero más poderoso que existe para hacer florecer el Anturio
Por Panorama Web Mx
Más noticias de Columna
Más noticias de Panorama social