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Niños grandes: El arte de sobrevivir la rabieta adulta

Sí mi querido lector, los berrinches se pueden hacer también con tacones y lápiz labial o en traje y corbata. No son un capricho exclusivo para los niños

Niños grandes: El arte de sobrevivir la rabieta adulta
El berrinche en adultos existe, pero ¿qué hacer para combatirlo? Foto: Freepik / Ilustrativa.

Los berrinches en adultos son más sofisticados, sutiles pero a veces más destructivos. Se pueden disfrazar de “momentos de arranque”, “mucho carácter”, “pasión”, “enojo”, pero los berrinches en adultos son una expresión emocional desproporcionada, comúnmente usada para manipular, evitar responsabilidad o imponer el propio deseo.

Se manifiestan como una reacción emocional intensa, a veces descontrolada, que surge ante la frustración, la contradicción o la falta de atención. No se manifiesta necesariamente con gritos o llanto, aunque puede incluirlos, sino con conductas pasivo-agresivas, sarcasmo, victimismo o incluso silencios prolongados diseñados para castigar. Son intentos de forzar al entorno a cumplir una expectativa personal que no ha sido negociada o aceptada.

Un adulto haciendo berrinche no es simplemente alguien molesto. Es alguien que ha cruzado el umbral de la autorregulación emocional hacia una dinámica egocéntrica, cargada de demanda, y a menudo, incapaz de ver el punto de vista del otro.

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Se pueden manifestar de diferentes formas como:

  1. Explosiones de ira: Gritos, golpes a objetos, insultos y pérdida de control emocional.
  2. El silencio como castigo: Ignorar a alguien por horas o días, usar la “ley del hielo” como forma de manipulación. No se resuelve nada, solo se busca infligir dolor y recuperar el poder.
  3. Victimismo exagerado: Usa frases como: “nadie me quiere”, “yo siempre tengo que ceder”.
  4. Sarcasmo hiriente o ataques indirectos: En lugar de hablar de lo que duele o incomoda, se elige ridiculizar, burlar o lanzar comentarios venenosos. No se busca una solución sino el dominio moral.
  5. Dramatización: Hacer escenas, amenazar con irse, renunciar o cortar la relación en cada conflicto es una forma de forzar a los demás a ceder. El drama es utilizado como chantaje emocional.
  6. Negación y obstinación: Negarse a escuchar, repetir lo mismo una y otra vez, rechazar cualquier evidencia o punto de vista diferente puede ser parte de un berrinche adulto.

La pregunta es ¿por qué los adultos hacen berrinches? Según los expertos, esto es debido a heridas emocionales no resueltas o la imitación de estilos de crianza que no fomentaron el desarrollo de habilidades emocionales. Algunas causas comunes:

Falta de habilidades de comunicación

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Modelos familiares disfuncionales

Miedo al rechazo o abandono

Necesidad de control

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Inmadurez emocional

Lo importante sería hacer un ejercicio autoevaluativo para ver si nosotros somos adultos berrinchudos. Hazte las siguientes preguntas:

  1. ¿Te molestas fácilmente si no se hace lo que quieres?
  2. ¿Tiendes a dramatizar tus emociones?
  3. ¿Sientes que los demás siempre tienen que ceder?
  4. ¿Te cuesta escuchar sin interrumpir?
  5. ¿Usas la culpa como arma?
  6. ¿Después del conflicto te cuesta disculparte?

Ahora, si no eres tú quien hace berrinches, pero vives o trabajas con alguien que los hace, hay algunas estrategias que puedes utilizar para manejarlo con firmeza y empatía:

No cedas, al hacerlo refuerzas el comportamiento.

Mantén la calma, no entres en el mismo nivel emocional. Mantenerte sereno te da el control de la situación.

Pon límites claros.

No lo tomes personal. El berrinche habla más del otro que de ti.

Y para mí, el punto más importante: Evalúa si quieres seguir en esa dinámica. Si esta situación se repite constantemente y se vuelve destructiva, debes replantearte la relación. No estás obligado a permanecer en entornos emocionalmente tóxicos.

Recuerda que el berrinche adulto, al final, es solo un grito infantil en el cuerpo de alguien que aún no ha aprendido a hablar con el corazón.

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Brenda Jaet

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