Príncipe Harry pasa vergonzoso momento mientras compra árbol de Navidad con Meghan Markle

La pareja real conformada por Meghan Markle y el príncipe Harry no está exenta de vivir situaciones bochornosas y menos ahora que tratan de llevar una vida “normal” en California, Estados Unidos; fue justamente en este lugar donde el duque de Sussex pasó un vergonzoso momento mientras compraba su árbol de Navidad para decorar su mansión en Montecito. ¿Te imaginas qué sucedió? Aquí te platicamos los detalles.

La Navidad es una celebración muy importante para Meghan y Harry y más ahora que será la primera que disfruten en compañía de su hija Lilibet Diana; por esta razón, la pareja real acudió a una tienda para conseguir la decoración más bonita para adornar su casa y, entre los artículos que compraron, estuvo un árbol de Navidad. Con lo que no contaban los duques de Sussex es que vivirían un vergonzoso pero divertido momento durante su estancia en dicho lugar.

Así fue el bochornoso momento que vivió el príncipe Harry mientras compraba su árbol de Navidad

¿Qué fue lo que sucedió? Que el príncipe Harry fue confundido con un vendedor de árboles de Navidad mientras compraba con su esposa Meghan Markle en la tienda: la pareja se encontraba en la tienda cuando un niño se acercó al duque de Sussex y le preguntó algo pensando que trabajaba en el lugar, así lo informó The Mirror.

Según lo publicado, se hizo un arreglo para que Harry y Meghan ingresaran al lugar mientras estaba vacío, pero una familia se quedó adentro. El niño que confundió al príncipe Harry con un vendedor corrió entre los árboles hacia el duque y "le preguntó si trabajaba aquí", afirmó uno de los trabajadores de la tienda.

Parece que los duques de Sussex reaccionaron muy bien, y lejos de avergonzarse por el momento, les pareció divertido; el trabajador de dicha tienda agregó que el príncipe Harry le pareció un “chico tranquilo” y Megan una persona “muy amable”.

Esta vez quedó más que claro que no todo mundo conoce a Meghan Markle y el príncipe Harry y que el niño, emocionado e inocente, se dejó llevar por la felicidad que le provocó estar en una tienda llena de decoraciones y árboles de Navidad que jamás imaginó que un príncipe estaría ahí y mucho menos que se trataría del nieto de la reina Isabel II.